La declaración del Día nacional de las lenguas de signos españolas por parte del gobierno fue en el año 2014 y se eligió esta fecha por coincidencia con la fecha en la que se constituía la CNSE en 1936.
El 14 de junio de 1936 se creó la F.N.S.S.E. (Federación de Sordos de España), con Juan Luis Marroquín como presidente. Actualmente ha cambiado el nombre por CNSE (Confederación Estatal de Personas Sordas) que está integrada por 17 Federaciones Autonómicas, una por cada Comunidad Autónoma, y por la Asociación de Personas Sordas de la Ciudad Autónoma de Melilla.
Estas Federaciones integran por su parte, más de 118 Asociaciones provinciales y locales de personas sordas de todo el Estado. Asimismo, la CNSE acoge a miembros colaboradores entre los que destacan distintas asociaciones de padres y madres de niñas, niños y jóvenes sordos.
Después de muchos años de lucha la CNSE consiguió que se declarara el DÍA DE LAS LENGUAS DE SIGNOS DE ESPAÑA, de la lengua de signos española y la lengua de signos catalana.
Se trata de un gran logro que supone un paso más en su promoción, protección y normalización.
La lengua de signos es una lengua que se usa y está viva, pero como lengua minoritaria requiere de un tratamiento específico que vele por su buen uso, su normativización y su normalización en la sociedad.
Gracias al gran trabajo coordinado entre la CNSE, su movimiento asociativo, las familias, los centros educativos con alumnado sordo, las administraciones públicas y otras organizaciones privadas y del tercer sector, estas lenguas han pasado de ser las que estigmatizaban socialmente a las personas sordas, a considerarse lenguas reconocidas, oficiales y valoradas en el seno de una sociedad diversa, multilingüe y multicultural.
Súmate a la labor de visibilizar la lengua de signos, y convertirla en una herramienta imprescindible para la construcción de igualdad, solidaridad y justicia.
Desde 2014, el 14 de junio es una oportunidad para difundir una imagen positiva de las lenguas de signos y por tanto de las personas sordas y sordociegas.
Cuanto mayor sea el conocimiento de estas lenguas y de su trascendencia para muchas personas sordas y sordociegas, con más facilidad se adoptarán actitudes de tolerancia y empatía entre la ciudadanía.
FUENTES: WEB DE LA CNSE
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