El “II Congreso Internacional de Maestros de Sordomudos”, mejor conocido como el “Congreso de Milán de 1880”, es un oscuro hito de la historia de la comunidad Sorda. En ese evento un grupo de oyentes maestros de sordos decidieron excluir la lengua de signos de la enseñanza de los Sordos, y también impusieron que el objetivo principal de la escuela de Sordos debía ser enseñar el habla. Desde entonces se consagró la tendencia oralista en la educación de los Sordos por todo el mundo. Fue tan poderosa que todavía existe hoy en día.

 

 ¿Qué pasaba en el mundo antes del congreso de Milán?

Durante el Siglo XVIII se habían definido en Europa dos tendencias muy diferentes para la educación de los Sordos:

1ª La primera de ellas, representada por la obra del francés Abad Michel de L´Epée, defendía la educación basada en la lengua de signos. El objetivo de la escuela, según de L´Epée, era la preparación intelectual del alumnado para la vida ciudadana. Esta propuesta fue conocida entonces como el método francés y sus defensores eran Sordos.

2ª La segunda tendencia, cuyo gran representante fue el alemán Samuel Heinicke, planteaba que el objetivo de la escuela de sordos era fundamentalmente enseñar el habla, de modo que el alumno pudiera integrarse a la sociedad oyente, que le enseñaría lo necesario. Las propuestas de Heinicke eran llamadas el método alemán y sus defensores eran oyentes.

Los logros de los maestros que seguían el método alemán eran pocos e implicaban un inmenso sufrimiento del estudiante a lo largo de los años escolares.

Lo que estaba en juego era una cuestión de poder: la mayoría oyente de aquella época en Europa, buscaba reprimir toda manifestación de libertad corporal, veía en la lengua de signos y su riqueza expresiva un atentado contra la moral.

En la segunda mitad del Siglo XIX, la enseñanza del habla cobró fuerza y empezó a perfilarse como el método más popular en las escuelas de sordos europeas.

Solamente en Estados Unidos se continuaba prefiriendo, de modo claro, el uso de la lengua de signos, por influencia de Laurent Clerc y Thomas H. Gallaudet, quienes habían fundado la primera escuela de sordos en ese país bajo el modelo de de L´Epée. Esto jugó un papel fundamental en la permanencia de la lengua de signos.

En Milán se preparaba el asalto definitivo de los defensores del método alemán contra los del francés.

 

Consecuencias del Congreso de Milán

Giulio Tarra, al cerrar el Congreso, resumió su entusiasmo con las siguientes palabras: “Ahora podemos decir, larga vida al oralismo puro!”

El periódico Times de Londres, tituló su editorial: La sordera ha sido abolida!.

Se detuvo la contratación de maestros Sordos, se dedicó mayor tiempo a la enseñanza del habla hasta que esta sustituyó por completo la LS. Implicó asimismo un descuido progresivo de la enseñanza de la escritura.

Pocos años después no quedaban en Europa maestros Sordos en las escuelas. Los niños perdían así la posibilidad de contar con modelos exitosos para su vida como adultos Sordos. Muchos comenzaron a creer, al no ver adultos Sordos, que los niños Sordos comenzaban a oír cuando se hacían adultos (algunos eran más bien de la idea de que los niños Sordos morían todos antes de llegar a la vida adulta).

Además de alcanzar mediocres resultados en el aprendizaje del habla, los niños de las escuelas oralistas tenían habilidades lectoras correspondientes a edades muy inferiores y muchos mostraban graves problemas psíquicos.

El oralismo sigue en vigencia todavía hoy en muchas partes del mundo.

 

¿Cómo pudo el Congreso de Milán ser tan influyente?

Una década más tarde, las escuelas que defendían el uso de la lengua de signos habían sido literalmente barridas de Europa, y el oralismo se expandía por otros continentes.

El oralismo, fue impuesto por oyentes, según explican varios estudiosos (Lane 1993, Ladd 2003), es la manifestación de la mentalidad colonialista mundial, que bajo otras caras se llama también racismo, sexismo, neoliberalismo, fascismo. En el pequeño ámbito de la Sordera se llama oralismo, y lo consagró el Congreso de Milán.

Los textos completos de las resoluciones tomadas fueron estas:

Primera Resolución:

En el convencimiento de la indiscutible superioridad de la lengua oral sobre la de señas, declara el Congreso que el uso de la lengua hablada en la enseñanza y formación de los Sordomudos debe preferirse al de la lengua de señas“. Esta primera resolución se aprobó con 160 votos a favor y 4 en contra (con las protestas de los representantes de Suecia y de los Estados Unidos).

Segunda Resolución:

En el convencimiento de que el uso simultáneo de la lengua de señas y de la palabra hablada tiene la desventaja de que a través de ello se ven afectadas el habla, la lectura labial y la claridad de los conceptos, propone el Congreso que se prefiera el método de articulación (hablada) puro. Votada con 150 votos a favor y 16 en contra.

Tercera Resolución:

Considerando que un gran número de sordomudos no están recibiendo los beneficios de la instrucción, y que esta situación es producto de la impotencia de familias e instituciones, recomienda que los gobiernos tomen las medidas necesarias para que todos los sordomudos sean educados.

Aprobada por unanimidad.

Cuarta Resolución:

En el convencimiento de que las clases para los sordomudos deben ser impartidas en lengua hablada, declara el Congreso

  1. que el medio más efectivo de lograr que los sordomudos lleguen a apropiarse del habla cotidiana, es el método intuitivo, que está formado, en primer lugar, por la palabra hablada; y después, por la descripción, a través de la escritura, de objetos y acciones que se han mostrado ante los ojos de los alumnos.

  2. también que la enseñanza de las formas gramaticales al sordomudo debe realizarse, en el primer período, o maternal, únicamente a través de ejemplos prácticos, mientras que en el segundo período debe asistirse al sordomudo para que deduzca de esos ejemplos ya las reglas gramaticales. Todo debe hacerse, sin embargo, observando la mayor sencillez y la mayor claridad posible.

  3. que los libros escritos con palabras y en formas de lenguaje conocidas por el alumno, pueden ser puestas en sus manos en cualquier ocasión.

Quinta Resolución:

Considerando que el deseo de contar con libros lo bastante elementales como para ayudar al desarrollo gradual y progresivo del lenguaje, recomienda el Congreso que los maestros del sistema oral se apliquen al trabajo de de obras especiales en la materia.

Sexta Resolución:

Considerando los resultados obtenidos por numerosas investigaciones hechas con sordomudos de todas las edades y condiciones tiempo después de que han dejado la escuela, y quienes, al ser interrogados acerca de varios temas, han respondido correctamente, con suficiente claridad de articulación, y han leído los labios de sus interrogadores con la mayor facilidad, declara

  1. que los sordomudos educados a través del método oral puro no olvidan, al abandonar la escuela, el conocimiento que han adquirido allí, sino que lo siguen desarrollando a través de la conversación y la lectura,

  2. que en sus conversaciones con personas hablantes ellos se sirven únicamente de la lengua hablada

  3. que el habla y la lectura labial, al contrario de perderse, se desarrolla con la práctica

Séptima Resolución:

Considerando que la educación de los sordomudos a través del habla tiene requerimientos especiales, y considerando también la experiencia de la mayoría de los maestros de sordomudos, declara

  1. que la edad más favorable para admitir un niño sordo en la escuela es entre 8 y 10 años,

  2. que el período de permanencia en la escuela debería ser de siete años como mínimo, aunque ocho años serían preferibles,

  3. que ningún maestro puede dirigir clases del método oral puro con más de diez niños a la vez.

Octava Resolución:

Considerando que en la aplicación del método oral puro en aquellas instituciones donde todavía no está en pleno funcionamiento, es necesario tomar medidas de prudencia para su puesta en ejecución progresiva y gradual, recomienda

  1. que los niños recién admitidos sean reunidos en una misma clase, exclusiva de ellos, donde se les pueda instruir a través del habla,

  2. que estos niños sean separados totalmente de aquellos demasiado avanzados como para comenzar a recibir educación exclusivamente oral, y cuya educación deberá ser finalizada con señas.

  3. Que cada año se abra una nueva clase según los principios del método oral, hasta que todos los antiguos alumnos, que son enseñados a través de señas, hayan terminado completamente su escolaridad.

FUENTES: WEB CULTURA SORDA

https://cultura-sorda.org/el-2do-congreso-internacional-de-maestros-de-sordomudos-milan-1880/

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